martes, 12 de mayo de 2009

Y parecía que iba a ser un gran día...

Leo con atención las informaciones que hoy se publican en los periódicos. El ministro Corbacho dice que están garantizadas las pensiones y que hay que apoyar la natalidad y a las familias. Me llevo una gran alegría, busco datos, plazos, medidas y programas concretos... y mi alegría desaparece al comprobar que tal anuncio es sólo una receta. Una receta para cocinar y garantizar las pensiones. Pero una receta sin ingredientes, ni intención ninguna de comprarlos. Es decir, de esas con pinta de estar buenísimas pero que nunca piensas en hacer.

En lo que yo pienso es en los ojos de mis 3 niños. Y recuerdo un video que me enviaron hace unos días por e-mail, el de los vascos, ese del trabajador que va arrastrando tras de sí en su jornada a "sus" cinco jubilados (es decir, las 5 pensiones que en el video se supone que genera con su trabajo). Si ya ahora están en duda las pensiones no quiero ni pensar qué va a pasar cuando les toque a mis 6 ojos lindos trabajar para generar las suyas.

En fin, que hoy es un día como otro cualquiera. Amaneció muy despejado, parecía incluso que se iba a mantener el sol, y sin embargo ya está completamente cubierto, negro y triste como cualquier otro día del año. Aún no es el día en el que caen de la burra y se dan cuenta por fin de que el único camino es el de apoyar a las familias. Sin niños no somos nadie, no tenemos futuro. Y sin apoyo pues no hay niños y ya está.