lunes, 23 de marzo de 2009

Hasta un niño se da cuenta

Viendo ayer la tele con mi hijo de 8 años fui perfectamente consciente de cómo se perpetúan en la publicidad los roles de los sexos. Y lo más curioso es que yo pasaba por el anuncio sin enterarme, tan acostumbrada debo estar a que los creativos de los anuncios de detergentes se dirijan a mi. Es la última propuesta de Ariel. En el anuncio es la cara de un hombre la que se ve por el ojo de la lavadora, es decir, que es un hombre el que la pone; pero es a las mujeres a las que los resultados nos van a dejar "heladas". La ética y la estética hacen que la compañía se decida por la imagen de un hombre, más correcta politicamente que la de una mujer. Pero las ventas hacen que la misma compañía se siga dirigiendo a la mujer, que en el fondo somos las que seguimos lavando.

Lo que más me joroba es que no fui consciente de la operación de imagen de Ariel hasta que mi hijo hizo un comentario sobre el anuncio. Claro, me dijo, es que son más las mujeres que lavan, los hombres hacen más otros trabajos porque vosotras no tenéis tanta fuerza, refiriéndose en concreto a la jardinería. Huelga decir que enseguida le expliqué que las mujeres y los hombres servimos por igual para los trabajos de jardinería y de lavado. Se lo expliqué todo con cierto éxito y por ahora creo que sigue pensando que todos somos iguales. A ver si soy capaz de mantener este pensamiento durante los próximos... diez años??

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