jueves, 5 de marzo de 2009

Cinco horas diarias

Las mujeres de Galicia dedicamos una media de cinco horas diarias a las labores del hogar y la atención de la familia, es decir, al trabajo silencioso y no remunerado. Si a ésto añadimos las ocho horas que como mínimo trabajamos fuera y los ratos que pasamos desplazándonos, duchándonos y durmiendo, obviamente el resultado es que para nosotras, para nosotras de verdad, ya no queda tiempo, a no ser que se lo sisemos a las estrellas.

Claro. Ahora me explico esa continua sensación de no tener ni un segundo para nada que no sean ellos (en el trabajo) o ellos (en casa). Una conocida y algo amiga mía, Mª Xosé Rodríguez Galdo, profesora de la Universidade de Santiago, publicó no hace mucho los resultados de un amplio estudio sobre Familia, cuidados y trabajo no remunerado. El uso del tiempo en los hogares de Galicia, que no hace más que reafirmarme en mi cabreo existencial, en algo que, sin haberlo yo estudiado, mira tu, ya sabía desde hace mucho tiempo.

Dice el estudio dirigido por Mª Xosé que las mujeres dedicamos a la casa y los hijos casi el doble de tiempo que los hombres. Y que además el trabajo en el hogar está segmentado, que es la forma elegante de decirnos que mientras nosotras nos centramos de manera prioritaria en la casa, los niños y los mayores, los hombres tiran más a la jardinería, las averías y los animales domésticos. Osea, que damos el doble, y que seguimos permitiendo que sean ellos los que rieguen, cambien las bombillas y se sienten en la sala a mirar las instrucciones por si pueden arreglar el ventilador, mientras nosotras preparamos la cena, cargamos el lavavajillas, bañamos a los críos y por el camino preparamos la ropa para el día siguiente.

La única esperanza -dice Mª Xosé- es que en los más jóvenes se percibe una cierta tendencia a que los chicos compartan en mayor medida las labores tradicionalmente femeninas. Esto es, que nuevamente lo que vengo percibiendo desde hace años, que aún tienen que pasar dos o tres generaciones completas para que realmente las mujeres podamos sentirnos contentas de habernos incorporado al mundo laboral.

Si mi madre levantase ahora la cabeza estoy segura de que se sentiría terriblemente orgullosa de mi, de verme profesionalmente establecida y con tres pequeños hombrecillos en mi casa. Pero a mi me resultaría muy difícil encontrar las palabras para explicarle mi decepción. Porque lo único que ella me repitió a lo largo de mi vida, en todas las etapas de mi vida, fueron las advertencias de lo que pasaría si no me formaba lo suficiente para poder ganarme bien la vida. Eso era lo que ella quería porque no lo tenía. Pero no me explicó que tendría que hacer lo que ella hizo, criar a cinco hijos, al mismo tiempo que competía para lograr mi trabajo, para poder tener el mismo salario, para no ser menospreciada, para ser ascendida a iguales méritos.

Conste que no creo que las super-mujeres hoy nos estemos arrepintiendo de lo hecho con nuestra vida. Yo lo que hago es protestar, aportar lo poco o mucho que pueda para que nuestras hijas no tengan que esperar aún esas dos o tres generaciones de las que hablaba. Si somos muchas las que protestamos quizá podamos conseguir que nuestros hijos abran los ojos y vean por fin la realidad que no están viendo sus padres.

2 comentarios:

  1. Estoy buscando el estudio ese que, según dices en tu bitácora, acaba de ser "publicado", pero no logro encontrar su referencia en ninguna parte: sólo encuentro noticias en la prensa sobre la "presentación" del estudio (lo que no es lo mismo que su "publicación"). Si tú puedes aportarme la referencia te lo agradecería mucho: mi dirección de correo electrónico es athini_glaucopis@hotmail.com

    En lo que yo entiendo, eso de que las mujeres dedican de media "cinco horas" al trabajo del hogar y que los hombres dedican la mitad a esto mismo, no puede entenderse como tú lo haces. A ver si me explico, esa media de "cinco horas" estaría referida al conjunto de todas las mujeres, es decir, en ella entran tanto las mujeres que se dedican en exclusiva a ser amas de casa, como aquellas que tienen trabajos externos a tiempo total. No hace falta decir que, dado que las "amas de casa" a tiempo total son aún muy comunes en nuestra sociedad, en tanto que los "amos de casa" equivalentes son una rareza estadística, es más que esperable el que los hombres tengan una media de dedicación al hogar mucho más baja que las mujeres, pero ello no quiere decir que en conjunto trabajen menos horas, porque, con toda probabilidad, su media de trabajo en las actividades diferentes al hogar va a ser más alta que la femenina. El dato que aquí importa es el de si, en el caso de las parejas en que hombre y mujer trabajan exactamente las mismas horas fuera de casa, también trabajas o no las mismas horas dentro de casa (y aquí, por cierto, también se podría matizar que el número de horas no es el único criterio a aportar: dos horas cavando en el huerto no son comparables a dos horas haciendo calceta mientras se ve la televisión).

    Hace un par de años, un profesor de sociología había tratado en su bitácora esta cuestión. De lo allí comentado, resaltaba el hecho de que, en la Unión Europea, sumando el trabajo dentro y fuera del hogar, las horas de trabajo de hombres y mujeres eran bastante semejantes. esta conclusión se basaba en los datos del Eurostat de 2003, que puedes consultar aquí:

    http://epp.eurostat.ec.europa.eu/cache/ITY_OFFPUB/KS-NK-03-012/EN/KS-NK-03-012-EN.PDF

    Está disponible asimismo en Internet un importante estudio que compara las horas de trabajo de hombres y mujeres en Estados Unidos y en Alemania. Su conclusión también es que las pretendidas diferencias entre unos y otros son inexistentes en los países con alta renta 'per capita'. Aquí tienes el enlace donde podrás leer dicho estudio:

    http://ftp.iza.org/dp2705.pdf

    ¿Qué sucede en España? El autor de la bitácora realizaba su propio cálculo a partir de los datos de la Encuesta de Empleo del Tiempo del INI, y llegaba a la siguiente conclusión:

    VARONES:
    trabajo remunerado: 4,62 horas;
    cuidado hogar y familia: 1,49 horas;
    total: 5,11 horas.

    MUJERES:
    trabajo remunerado: 1,73 horas;
    cuidado hogar y familia: 4,40 horas;
    total: 5,73 horas.

    Como puedes ver, según estos datos las mujeres efectivamente trabajarían un poco más tiempo que los hombres (unos 36 minutos), pero tampoco se trata de una diferencia abismal, y, además, no se tiene en cuenta el tiempo que dedican unos y otros al desplazamiento hasta el trabajo (el cual, con toda probabilidad, es mayor en el caso de los hombres que en el e caso de las mujeres).

    Estos datos, como te digo, puedes encontrarlos en la siguiente página electrónica (en la primera redacción de la entrada hay un importante error que aparece subsanado en una nota anexa):

    http://wonkapistas.blogspot.com/2007/04/ms-sorpresas-los-hombres-trabajan-tanto.html#comments

    En fin, perdona porque incluya aquí un comentario tan largo, que sería más apropiado haber enviado como correo, pero no he logrado encontrar tu dirección electrónica. Si me deseas comentar algo, te repito mi correo: athini_glaucopis@hotmail.com

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  2. Te agradezco sobremanera tu comentario. Y disculpas por mi retraso, que se debe a que no lo vi hasta hace un par de días; y a que hasta hoy no tuve el tiempo necesario para leer y analizar toda la información (y alguna otra también).

    Sobre el estudio te pasaré la referencia en cuanto me sea posible, fue patrocinado (y entiendo que publicado) por la administración gallega y espero estar en disposición de darte más datos en breve.

    Por el resto te aseguro que he revisado todo lo que me proporcionas con la sana intención de entender cómo se llega a las conclusiones que me expones… y sencillamente no puedo!. En efecto los datos que utilizo en mi entrada siendo rigurosos no podrían utilizarse en el sentido en que lo hago, si no fuese porque para mí (subjetivo) responden exactamente a lo que vivo todos los días en mi entorno, con muchas compañeras, amigas y conocidas que trabajan (remunerado) y que se hacen cargo de la mayor parte de las tareas del hogar y de los hijos (no remunerado).

    Pero estoy de acuerdo en que se puede ser más seria y rigurosa y que me he extralimitado en la utilización de sensaciones y percepciones subjetivas. Ahora voy a intentar hacerlo de otra manera, más objetiva, y lo voy a hacer tomando como referencia los datos que tu mismo me proporcionas.

    Efectivamente la media diaria de las cinco horas dedicadas al hogar se refiere al conjunto de las mujeres, las que tienen un empleo y las que no. Y cito aquí ya directamente tus palabras: “El dato que aquí importa es el de si, en el caso de las parejas en que hombre y mujer trabajan exactamente las mismas horas fuera de casa, también trabajas o no las mismas horas dentro de casa (y aquí, por cierto, también se podría matizar que el número de horas no es el único criterio a aportar: dos horas cavando en el huerto no son comparables a dos horas haciendo calceta mientras se ve la televisión)”.

    Obviando ya eso de que el hombre cava en el huerto mientras la mujer calceta viendo la TV, que, si me permites, como comentario tiene bien poco de riguroso y mucho de machista; y utilizando también los datos de Eurostat resulta que la “semejanza” de horas diarias de trabajo de las mujeres y los hombres en España a la que tu te refieres es de una media en contra de las mujeres de 47 minutos diarios más, es decir, que 7 días a la semana, durante toda nuestra vida, las mujeres que trabajamos fuera de casa dedicamos 47 minutos más que los hombres al conjunto del trabajo remunerado y no remunerado. O lo que es lo mismo, 6 horas y 25 minutos más de trabajo a la semana. O lo que es lo mismo, que en comparación con la de los hombres la semana de las mujeres trabajadoras no es de 7 días, no, sino de casi 8 días; que nuestros meses tienen casi 4 días más de trabajo como media; y nuestros años casi 48 días más de trabajo real como media.

    No se si estas cifras encajan del todo en tu expresión de que “las horas de trabajo de hombres y mujeres eran bastante semejantes” (referido al conjunto de Europa, según la lectura del profesor de sociología al que haces mención). Eso lo dejo directamente a tu criterio.

    Centrándonos ya en España, que es lo que me ocupa y preocupa, precisamente por conocer las terribles diferencias que aún existen con, por ejemplo, Alemania, de eso trata precisamente este blog… Centrándonos, decía, en España, te aclaro que los datos anteriores son los proporcionados por Eurostat precisamente para España. Y sigo comentándolos porque hay un par de cosas más que seguramente te van a resultar curiosas…

    Siempre según la fuente que citas, Eurostat, y por tanto con estadísticas oficiales y tratamiento entendemos que riguroso, no es cierto que, y te cito otra vez, que “no se tiene en cuenta el tiempo que dedican unos y otros al desplazamiento hasta el trabajo (el cual, con toda probabilidad, es mayor en el caso de los hombres que en el e caso de las mujeres).” Muy al contrario, diariamente mujeres y hombres en España dedicamos prácticamente el mismo tiempo a los desplazamientos (1 h.22 m. las mujeres, 1,23 los hombres); también a dormir (8,11 las mujeres, 8,15 los hombres); también a comer y a cuidados personales (2,28 las mujeres, 2,31 los hombres) y…. ¡sorpresa!, no al tiempo libre, que para las mujeres es de 3,33 y para los hombres de 4,20.

    Resumiendo, que semanalmente la mujer dedica 6 h. 25 m. más que el hombre a los trabajos remunerado y no remunerado. Y que semanalmente la mujer tiene 5 h. y 29 m. menos para sí misma. Y esto, ahora sí que de un modo más riguroso, es precisamente la idea que yo pretendía transmitir, la constatación en la práctica de que la mujer trabajadora y madre no tiene tiempo libre, de que está sobrecargada de trabajo y responsabilidad, y de que el hombre español todavía se aferra a la comodidad de las etapas anteriores a la incorporación de la mujer a la vida laboral.

    Y sobre el otro estudio del que me hablas, que refleja la vida de mujeres y hombres en las sociedades más avanzadas, sí que confirma que se trata de sociedades bastante más igualitarias que la española, que lamentablemente en esto, como en muchas otras cosas, se acerca más a la italiana, la lituana o la rumana. Pero también que sólo hay un país, Noruega, en el que el hombre trabaje más que la mujer, en concreto 15 minutos diarios más. En el resto de los casos lamentablemente es siempre la mujer la que sale perdiendo, aunque sea por diferencias mínimas como en Suecia (3 minutos más) o ya más importantes como en Bélgica (16 minutos más), Dinamarca (11), Francia (33), Finlandia (21) y Reino Unido (10). Y no vuelvo a hacer la cuenta semanal ni mensual para no alargarme demasiado, pero sigo sin conocer la razón científica, física, moral o biológica para que la mujer francesa acabe trabajando 230 minutos más a la semana que el hombre francés.

    No se si para el hombre español todo esto es motivo de orgullo o de tristeza, pero me atrevo a decir que para muchas mujeres españolas lo es de tristeza e impotencia. Tristeza por la situación en sí misma, de comprobar día tras día, año tras año, que somos muchas las que estamos sobrecargadas. E impotencia por ver, primero, que aún son muchas las mujeres que aceptan todo esto como normal, lo hacen sin protestar y lo que es peor, lo transmiten en la familia a sus hijos, con todo lo que eso implica. Y segundo, también impotencia al comprobar que la mayoría de los hombres ni siquiera se plantean que todo esto pueda ser una situación completamente injusta para sus compañeras.

    Pero en fin, de verdad que te agradezco el comentario. Queda mi compromiso de hacerte llegar la referencia del estudio en cuanto me sea posible. Y decir que mi respuesta ha resultado ser también bastante larga, pero que me pareció que merecía la pena… Muchas gracias!.

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